Hubo muchos Indiana Jones en la historia. No todos fueron tras el Santo Grial o se enfrentaron a nazis. Algunos eligieron pelear con las dunas y el viento, pero desde la costa argentina. Cuando más allá de Punta Médanos la costa era sólo una aventura, los osados se paraban de espaldas al mar para lidiar con las tierras planas extendidas más allá de donde llegaba la vista, que prometían cosechas y ganado. Uno de los que se puso en la piel de Indi fue Héctor Manuel Guerrero. El fue quien heredó en 1918 la Estancia Charles, una propiedad que incluía salida al mar.

Dentro de su nuevo terreno apartó una parcela a la que llamo “Dos Montes”. Allí se encaprichó en comenzar un proyecto forestal experimental. Decidió comprar plantines de todo el país. Le llegaban a la estación Juancho, aún hoy dentro del casco, aunque ya desafectada al uso ferroviario. Allí bajaban las cerca de 500.000 plantas que instalaba cada año sobre médanos movedizos, sin conocimientos previos de lo que era forestar sobre arena. Demoró una década en que su bosque llegara al mar.

Te cuento la historia del primer #balneario de #Cariló en mi última #crónica de #viajes @lanacionline

@Cozumel

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https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/fue-el-primer-balneario-de-carilo-todavia-lo-manejan-sus-fundadores-y-recibe-a-celebridades-de-las-nid21032023/