Que las vacaciones empiezan con el viaje es una máxima de todo viajero (no turista) que se precie. Hacerse la cabeza con la parada que se viene puede ser una tentación para convertir a ese trayecto en una experiencia nueva. Minotauro, el parador ubicado en el Km 183 de la Ruta 2 rumbo a la Costa Atlántica, celebra su 40º aniversario. Con recientes innovaciones y futuros proyectos, este punto clave de la autopista se prepara para recibir a más de 1.200.000 visitantes en 2023.

Desde 1982, a excepción de algunos meses en 2020 debido a la pandemia,  el parador se mantuvo abierto todos los días, las 24 horas. Hoy es un referente indiscutido de la localidad de Castelli y primer formador de empleo de los jóvenes. 

Actualmente el predio tiene más de diez mil metros cuadrados de los cuales cinco mil son cubiertos y otro tanto al aire libre. Cuenta con espacios parquizados de recreación, ideales para un viaje en familia, que incluyen un lago artificial con más de 100 flamencos y distintas especies de aves, patos, cisnes y pavos reales. También posee sectores pet friendly habilitados dentro del complejo para todos aquellos que veranean con sus mascotas.

La gastronomía es uno de sus imperdibles, con 8 sectores gastronómicos y food trucks, donde el pasajero puede encontrar platos elaborados con productos locales y una gama de productos propios como  alfajores, dulce de leche, panes y sus tradicionales medialunas.

El dulce de leche y los alfajores que Minotauro produce han recibido varios reconocimientos regionales por su calidad y son el regalo ideal para el regreso a casa. La planta de producción tiene una capacidad de 5.000 alfajores por día.

Una mirada atrás

La historia de este emblemático parador -que de julio a septiembre recibió entre 60.000 a 70.000 visitantes por mes, con picos de 300.000 al mes durante enero y febrero- se remonta a la década del ’80, cuando su fundador Juan Moro adquirió una estación de servicio y un asador ubicados en el kilómetro 183 de la Ruta 2. Durante los primeros años, el negocio fue manejado en sociedad con otra familia local. El área gastronómica tenía 300 m2 y la estación de servicio 400m2.

Con el tiempo, la propuesta de servicios se fue aggiornando a las nuevas necesidades de los turistas. La primera gran ampliación se hizo en 1985, con la incorporación de tres baterías de baños. A principios de los`90, se inauguró la autovía 2 y con ella, la doble mano. Para no perder un tramo, el de los turistas que regresaban de la costa, se llegó a un acuerdo con la empresa constructora y se realizó un acceso directo. 

Durante la epidemia de cólera en 1992, concretaron una gran obra cloacal que sirvió también a una amplia zona barrial de Castelli. 

Hace unos años, abrieron su primera franquicia en Chascomús que mantiene su espíritu y unas increíbles vistas a la laguna.