Las Cartógrafas aman los viajes, los mapas, las ciudades, las historias y la historia. Y también aman amar. Un par de hermanas que se las trae bien impresas.

La palabra mapa significa “paño” o “pañuelo” y los primeros mapamundis fueron cartografiados sobre un paño de tela.

Desde su origen hasta nuestros días, los mapas han servido para mostrar los diferentes puntos de vista sobre el contexto que ha rodeado a las civilizaciones.

Los más antiguos fueron realizados por los babilonios hacia el 2300 a.C. Estos mapas estaban tallados en tablillas de arcilla y consistían en su mayor parte en mediciones de tierras realizadas con el fin de cobrar los impuestos.

También se han encontrado en China mapas regionales más extensos, trazados en seda, fechados en el siglo II a.C. Parece que la habilidad y la necesidad de hacer mapas es universal.

Uno de los tipos de mapas primitivos más interesantes es la carta geográfica realizada sobre una entramado de fibras de caña por los habitantes de las islas Marshall, en el sur del océano Pacífico, dispuestas de modo que muestran la posición de las islas.

El arte de la cartografía también se desarrolló en las civilizaciones maya e inca. Los incas, ya en el siglo XII d.C., trazaban mapas de las tierras que conquistaban.

Mercator fue uno de esos genios que aparecen de vez en cuando en la historia de la humanidad. Gerardus Mercator apareció en el Siglo XVI. Fue el primero en usar la letra cursiva en los mapas permitiendo mejorar la legibilidad.Hasta entonces se usaba la letra gótica. Además, su famosa proyección respetaba las formas de los continentes pero no así sus dimensiones.

Las Cartógrafas son amantes portentosas del viajar sobre el papel (y no por todo lado que se pueda). No sólo hacen bellezas para colgar en donde gustes, sino que saben del tema como pocas. Ciudades, recortes, países, el globo, un continente… es tanto lo que te pueden hacer llegar a casa que, en este tiempo donde el viajar está en un impasse, vestir tu día a día del sitio al que querés volver, al que te gustaría ir o al que recordás como increíble es una manera de tomarte un vuelo que se te queda en la pared para repetirlo cuando quieras.

Pero no sólo hace eso. También empatizan. Y son las primeras en imprimir un mapote descomunal que ayudará a los pequeños estudiantes de Haití a conocer el mundo que los rodea. Porque para ellas Haití también está en el mapa.