Mark llegó a Uruguay en 1996 para trabajar en una empresa fiduciaria. Carolina, uruguaya, era por entonces estudiante de arquitectura y profesora de inglés. Se conocieron a las cuatro de la mañana en una discoteca cerca de Carrasco en agosto de 1996. Se casaron tres años más tarde y tuvieron al siguiente a su primera hija. Inmediatamente partieron a Bahamas, donde vivieron por cuatro años y medio.

Para 2005 decidieron volver a Uruguay, donde Mark empezó a trabajar en un banco en el World Trade Center de Montevideo. Pero se aburrieron y volvieron a armar las valijas. Esta vez con destino a Londres, donde nació su segunda hija. Para el 2010 el lugar elegido fue Suiza y la llegada de la tercera cría.

Sin embargo, los nómades Mark y Carolina decidieron volver para apoyar los pies en tierra firme. Para eso eligieron una casa que convirtieron un poco en vivienda familiar mientras la restauraban y otro tanto en sueño de armar las vanguardistas oficinas de alquiler que pondrían de pie a Carrasco. Ese mismo Carrasco cruzando el charco que siempre fue el aeropuerto en Montevideo. Esa zona sobre la que se derramaba lo que no entraba en la ciudad.

Te cuento la vanguardia de #Carrasco en mi última #crónica de #viajes para @LaNacionline
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