Brillantes. Solidarios. Alegres. Fuertes. Generosos. Independientes. Desenvueltos. Creativos. Afectuosos. Con carácter y temperamento. Empáticos. Lúcidos. Prácticos. Resilentes. Orgullosos. Lúdicos. Esperanzados.
Los niños haitianos que han tenido posibilidades de superar las limitaciones de su país, demuestran un cúmulo poco común de atributos.
Son grandes sobrevivientes en sentidos múltiples, sin pensar solamente en el terremto del 2010. Haití es el país más pobre de América y el segundo según el Índice de Pobreza de la ONU.
Los que tienen espacio y motivaciones, desarrollan atributos superlativos.
Ellos son, precisamente, los que pueden lograr cambiar el futuro de Haití, y de otros niños.
Depende de los adultos el brindar el terreno donde puedan expandir sus horizontes.
Mwen valiz aysyen (Mi valija haitiana) es una entidad sin fines de lucro creada por adultos que han vivido
la evolución de pequeños haitianos que van construyéndose en grandes personas.

Visión, misión y metas

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