Edgar Cabanas es best seller internacional con el concepto de “happycracia”. Una especie de tiranía que insta a ser felices y que, en ese camino, produce consumidores desaforados.

El telón de fondo que nos pusieron al nacer dice “ser feliz”. Desde la teta al aguinaldo todo se resume en tratar de alcanzar esa meta. Asumida como imposible de obtener, nos sugirieron que se trata de mordiscones pequeños. De encontrar esos detallitos cotidianos que componen la gragea de felicidad de la jornada. Mientras la pandemia impuso un espejo retrovisor a lo vivido, emergieron cuestionamientos a la doctrina de la felicidad.

Aquí es donde Edgar Cabanas, doctor en psicología, especialista en psicología de las emociones, se animó a asaltar el mundo acusándolo de happycracia, un término que acuñó para uno de sus libros, coautoreado por la socióloga Eva Illouz. Allí pone en debate a la felicidad como fin último de las personas y enarbola frases como “no es verdad que si uno quiere, puede”. Entonces, si no debemos dejarnos manejar por la industria de la felicidad, ¿sólo nos queda el pesimismo?

Con Cabanas charlo para mi última columna de #opinión en @Clarin de los #domingos.

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https://www.clarin.com/opinion/edgar-cabanas-valores-pueden-importantes-felicidad-_0_yGEWZW5umL.html