Todo comenzó en mayo de 1891, cuando el príncipe Roland Bonaparte compró casi 3.000 metros cuadrados de terreno en la Avenue d’Iéna, que sigue siendo hoy la más elegante de la ciudad.
Encargó al arquitecto Ernest Janty, conocido por su trabajo de reconstrucción en los palacios del Louvre y las Tullerías para Napoleón III, que diseñara una elegante casa y áreas de recepción para acoger a invitados notables.
Te cuento los secretos que se esconden detrás del #ShangriLaParís en mi #crónica para @RevistaBienDelSur
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Un palacio bonapartino
