Obra fotográfica inspirada en la serie “l’angolo della casa medievale”.
Se propone una muestra que rescata características presentes en la arquitectura de Asís en particular, y de Europa en general, de la ventana del medioevo. Se pueden ver el ajimez (pieza dividida en dos por una columna en medio llamada mainel o parteluz), germinada o bífora; también la versión trífora o quadrífora (con tres o cuatro paños respectivamente); los cristales en círculos típicos predecesores de los vitreaux con enlaces de hierro; monóforas de sólo una abertura estrecha coronada por un arco; alguna aspillera (tronera, arquera, saetera, lancera o ballestera); lanceoladas (alta y delgada con un arco apuntado); ventanas ciegas que se usaron por primera vez en esa edad; la diocleciana o termal (semicircular en tres luces); expresiones de palladiana o serliana o veneciana (tres paños divididos por columnas, el central más elevado)
La serie ya ha desarrollado una decena de muestras y se compone de unas 1000 imágenes. Propone una mirada fisgona. Un recorte del paisaje. Una lupa. Un fragmento y el todo. Lo íntimo, lo subjetivo. Un canal de comunicación siempre expresivo, capaz de transformar en imagen un rumor o la misma curiosidad. Las ventanas objetos/objetivo de una mirada; pero al mismo tiempo son herramientas que posibilitan el particular recorte de una realidad ¿irreal?, ¿mentirosa?.
La propuesta es entrar en esta doble mano voyeurista, pública y privada, e intentar descubrir cómo vemos, cómo nos ven. Aquí la ventana se sale de su eje, se torna evocadora, inmensa, finita, contradictoria. Es escape y es encierro… o es promesa. Todo depende de quién mire.