Carta estacional, cocina tradicional con una vuelta de tuerca. ¡Que vuelvan las rotiserías! Y si es con estilo, mejor… fijate en Le Bouchon Rotisserie.

Cuando el delivery era una palabra fuera del vocabulario y en las casas se cocinaba a diario, la experiencia de “comprar afuera” se reducía al barrio. En mi casa se compraba en “Granja Tabares” que, además de tener los productos frescos de carnicería y pollería, con una mínima expresión de almacén, se tomaba muy en serio la cocina y hacía una docena de platos a diario para suplir las pocas ganas o el cansancio de las amas de casa. Ese reemplazo era tomado con orgullo y seriedad. No había nada procesado. Se amasaba, se hacía fresco cada mañana, se renovaban los platos según las reglas del mercado, se cuidaba la dieta del público con buenos productos y balance saludables en la cocción… Las bombas de papa nunca fueron como entonces.
Hasta que conocí Le Bouchon Rotisserie, un concepto de ideas y técnicas culinarias para llevarte a tu casa una experiencia integral. De la mano del chef Jeremias Leverone, intentan dar un enfoque contemporáneo a la gastronomía clásica. Llevar a tu mesa ingredientes sustentables para que saborees. Su menú es dinámico y cambia según temporada, siguiendo a los productos de cada estación.

Se trata de un proyecto que no le tiene miedo a tomar el vocablo y apropiarlo para ponerse de apellido. El regreso de la practica deja un sabor de nostalgia alegre. La propuesta fue creada para comer rico y casero, apuntalada por el hacer. Su entrelíneas de memoria se lee en la carterlería, la cocina, el perfume inmaculado.
Las porciones generosas, las variantes de menú, las promociones contundentes son algunas alternativas que pesan en estos tiempos. Ni qué hablar cuando el aroma de guiso colma la cocina. Mis preferidas? Las empanadas de goulash para comer a temperatura que entibie el cuerpo… un sueño. Como las bombas de papa de mi niñez.