Hay sabores que levantan el ánimo y nos ponen sonrisas que emanan desde el sabor. Lulu Calvitti se juega todas sus cartas a que la tentación sea con gozo, aún en estos tiempos de confinamiento con su Serendipia Cakes.
Como las hadas de las historias, en este proyecto hay un despliegue para el que, parece, esconder detrás de Lulu Calvitti, las varitas máginas que lanzan polvo de estrellas por doquier. El proyecto es pequeño, pero no necesita más, y mucho menos ahora para seguir ejerciendo la magia encantadora de cajita de música.
Como una reversión de Hansel Y Gretel, las experiencias dulces son irresistibles. Hay magia de leyenda para encontrar nuevos sabores para endulzar a la clientela. No sólo deslumbra por las enormes tortas, sino con las miniaturas inigualables.
Su estrella está signada por la definición de tienda de postres, porque los susodichos lo ameritan. No se trata ya de comprarlo en sitios donde se mezclan con otras especialidades, sino de concurrir a empalagoso emprendimiento donde las varitas hacen su mezcla mágica.
Tortas grandes e individuales, minicakes, budines, petit fours (que llegan en bandeja surtida ), coockies y alfajores, una gama abrumadora de azúcar bien entendids para levantar el ánimo de cualquiera. Algunas preferencias? Alfajor de chocolate semiamargo con dulce de leche: un matrimonio bien avenido.
Hay tanto más que probar: para cumpleaños o eventos, para las locuras novedosas que se te ocurran y, sobre todo, para explorar en esa magia que aún puebla algunos rincones dignos de ser hallados.