El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en colaboración con TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary presenta, entre el 31 de mayo y el 8 de octubre de 2023, «Encuentros: obras de la Colección TBA21», un montaje especial en las salas 30 a 52 de la primera planta que escenifica un prolífico diálogo entre la recién reinstalada colección de arte moderno del museo y más de veinticinco obras de la Colección TBA21. Estos «Encuentros» ponen de manifiesto la pasión coleccionista de cuatro generaciones de la familia Thyssen y examinan las narrativas y sensibilidades transhistóricas que se dan cita en sus respectivas colecciones. 

El recorrido sugiere nuevas conexiones entre la creación artística de distintos períodos y culturas. Este intercambio de miradas entre artistas visuales muy distanciados en el tiempo evidencia que no solo los estilos y modos de expresión cambian, sino también la propia concepción de la figura humana, del género, así como las ideas sobre identidad, naturaleza y cultura.

Las yuxtaposiciones de obras que tienen lugar en «Encuentros» proponen a los visitantes visiones alternativas que demuestran la capacidad que tiene el museo de abrirse a diferentes formas de entender e interpretar el mundo. La contemplación de las obras invitadas de la Colección TBA21 que presentamos enriquecerá el conocimiento de propuestas artísticas más recientes, de nombres destacados como Ai Weiwei, Sarah Lucas, Regina de Miguel, Cindy Sherman, Álvaro Urbano o Andrea Fraser, entre otros, y ampliará la comprensión y valoración de las obras de la colección del museo con impresiones diversas.

SALA 30 – Relaciones trasatlánticas    

Junto a las escenas de cruce de culturas de los artistas norteamericanos de finales del XVIII y del XIX, se presenta Billy Jack, Jr. (2006), del estadounidense Brad Kahlhamer (Tucson, Arizona, 1956), que fusiona la exuberancia de la pintura expresionista con la tradición visionaria del arte nativo norteamericano. Como otras obras similares, esta acuarela parte de dibujos realizados por miembros de las tribus de las Grandes Llanuras norteamericanas durante su reubicación forzosa en reservas a finales del siglo XIX y principios del XX y su título hace referencia a la película de culto Billy Jack (Tom Laughlin, 1971), que apoyó el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos al arrojar luz sobre la discriminación de los nativos americanos.

SALA 31 – Paisajismo norteamericano y conciencia medioambiental

Entre los paisajes de los artistas románticos y naturalistas norteamericanos del siglo XIX, pioneros de la moderna conciencia medioambiental, tales como Cole, Church, Cropsey o Durand, se ha instalado una fotografía a gran escala de la serie Nuevas imágenes del paraíso, del fotógrafo alemán Thomas Struth (Geldern, 1954), una imagen de la ancestral selva tropical de Daintree, en Australia. Struth nos presenta un “lugar del inconsciente” que cuestiona las representaciones del paraíso en diferentes culturas a lo largo de la historia, al tiempo que alza la voz por aquellos lugares que están en peligro de extinción.

SALA 33 – La época impresionista

Profundamente ligada a las fuerzas vitales del agua, a su fluidez y su potencial transformador, la obra de la artista alemana Janaina Tschäpe (Múnich, 1973) está repleta de seres acuáticos y universos orgánicos surgidos de un proceso subjetivo que oscila entre la inmersión subacuática, la contemplación meditativa y las conversaciones con científicos. Su acuarela Relato breve de un manglar (2005) retrata este bioma tropical adaptado a condiciones de escasez de oxígeno como es el manglar, que protege al poroso litoral de la erosión y las tormentas, y adquiere una nueva lectura rodeada de los paisajes de Monet, Renoir y Pissarro expuestos en la sala.

SALA 36 – El lenguaje del cuerpo

Los ritmos agitados de las pinturas de los expresionistas alemanes se encuentran en este espacio con una escultura de Sarah Lucas (Londres, 1962). Si las figuras de Kirchner, Pechstein, Heckel o Marc, con sus formas simplificadas, colores luminosos y posturas desinhibidas, quieren alejarse de las normas clásicas del lenguaje del cuerpo, la artista británica indaga en el dualismo hombre-mujer. En Dacre (2013) fusiona dos seres que se mantienen unidos al abrazarse, evocando la imagen de una madre y su hijo, de dos amantes o de un guardián protector. Desde una perspectiva posthumana, Dacre cuestiona la arrogancia de lo «humano» y vuelve visible la animalidad del homo sapiens.

SALA 37 – Agitación urbana

La serie Nuevos edificios para Berlín, que la artista alemana Isa Genzken (Bad Oldesloe, 1948) comenzó en 2002, reimagina la naturaleza cambiante de la ciudad que considera su hogar. En estas piezas arquitectónicas, Genzken propone un paisaje urbano donde el vidrio coloreado y los paneles lacados sustituyen a las infraestructuras grises que caracterizan a la ciudad de Berlín, aludiendo a una tradición constructiva basada en la reutilización de materiales encontrados, así como a la arquitectura modernista de Mies van der Rohe y Bruno Taut. Esta escultura permite indagar en la función especulativa y política de la arquitectura y, en última instancia, del arte. Su instalación en la sala 37 provoca un sugerente encuentro con obras como Arquitectura II (Feininger) o La casa de la esquina (Meidner).

SALA 38 – Flores

En la obra de Álvaro Urbano (Madrid, 1983) la arquitectura y la naturaleza se conjugan para crear escenas que oscilan entre la realidad y la ficción. Es el caso de La vida breve, que toma el título de la ópera de Manuel de Falla y que formó parte de la exposición GRANADA GRANADA (2023), en la que el artista imaginó un encuentro entre Luis Barragán y Federico García Lorca del que surge un jardín con plantas tomadas de los jardines del arquitecto mexicano y la obra del poeta granadino. Comparte sala con los Girasoles resplandecientes de Nolde o el Bodegón con rosas amarillas de Beckmann, entre otras pinturas de la colección del museo.

SALA 39 – Pioneros de la abstracción

Ann Veronica Janssens (Folkestone, Reino Unido, 1956) desarrolla desde la década de 1980 un conjunto de obras que adoptan la forma de instalaciones in situ y emplean materiales aparentemente sencillos, incluso intangibles, como el vidrio, la luz, el sonido o la niebla artificial. Sus propuestas artísticas exploran la permeabilidad de los contextos e invitan a los espectadores a aproximarse a un umbral de inestabilidad visual, psicológica y temporal. El tríptico CL2 sombra azul, CL9 sombra rosa y atardecer B crea reflejos iridiscentes y variaciones cromáticas en función del punto desde donde se observe, haciendo que el espacio pueda transformarse en otro distinto, al igual que su instalación junto a las obras de Kupka y Kandinsky de la colección permanente ofrece una nueva lectura a esta sala.

SALA 44 – Dadá y surrealismo

El sistema nervioso de un calamar, corales, flores, insectos, máscaras, collares y representaciones cósmicas son algunos de los elementos que habitan los dibujos y acuarelas de Regina de Miguel (Málaga, 1977), de los que se presentan cinco en esta sala. Las obras parten de un relato de ecociencia-ficción que escribió en 2020, un cuento futurista protagonizado por una bióloga cuyas investigaciones sobre arqueología alienígena se desarrollan en un planeta llamado Exilio, desde donde describe y pinta las formas mutantes de vida que la rodean. De Miguel nos invita a imaginar el planeta desde el ecofeminismo, al tiempo que reivindica a las mujeres surrealistas referentes en su trabajo, como Maruja Mallo, Remedios Varo o Leonora Carrington. Le acompañan en la sala otros surrealistas como Ernst, Dalí o Tanguy, así como otra pieza de la artista Sarah Lucas, El conejito es engañado nº 3 (1997), expuesta junto a las obras de Schwitters o de Paul Klee, entre otros.

SALA 46 – Abstracción norteamericana

La estadounidense Andrea Fraser (Billings, Montana, 1965) es un claro exponente de la denominada crítica institucional, una práctica con vocación de evidenciar y cuestionar las estructuras en las que operan el arte, la historiografía y las instituciones, valiéndose de teorías feministas, psicoanalíticas y sociológicas. Esta serie sin título parte de un proyecto de 1984 en el que superponía imágenes de pintores renacentistas y modernistas tomadas de bibliotecas y tiendas de museos, rompiendo con el aura de la integridad de la obra de arte a través de su reproducción mecánica y enfatizando su naturaleza fetichista. En las tres obras que se presentan en esta sala, La Virgen con el Niño de Rafael se combina con representaciones de mujeres de Willem de Kooning, conjugando la violencia de su trazo expresionista con la idealización renacentista; dos visiones antagónicas y prototípicas de la feminidad en el arte occidental que se solapan y que se encuentran en la sala con obras del propio De Kooning entre otros representantes de la abstracción norteamericana.

SALA 48 – Arte norteamericano de posguerra

Acompañando a Express, de Robert Rauschenberg, o Pochade, de Stuart Davis, se presentan cuatro piezas de la serie Arte para la arquitectura moderna, de Marine Hugonnier (París, 1969). Se trata de collages sobre portadas de periódicos en los que se cruzan narrativas de un mismo hecho histórico, observado desde puntos de vista culturalmente divergentes, con el fin de revelar las implicaciones geopolíticas y las diferentes interpretaciones de una misma realidad en un determinado contexto. También se incluye en esta sala Escultura con pila de cinco cuerpos de DM pintados 003 (2014), de la canadiense Angela Bulloch (Rainy River, 1966), perteneciente a la serie Pilas (stacks en inglés), con poliedros irregulares superpuestos verticalmente, a modo de tótem.

SALA 49 – Figuración europea de postguerra

Cindy Sherman (Glen Ridge, Nueva Jersey, 1954) es conocida por su investigación de estereotipos culturales asociados a roles de género femeninos en la cultura popular de masas estadounidense del siglo XX, así como del papel que juegan la fotografía y el cine en dicha construcción. Junto a la obra de Bacon, Giacometti o Kitaj se presenta una fotografía de su célebre serie Fotogramas sin título (1977-1980); se trata de imágenes en blanco y negro como si fueran fotogramas de una película que nunca existió, cuyas protagonistas, ambiguas, solitarias e introspectivas, están suspendidas en un marco espacio-temporal indefinido.

SALA 52 – Arte pop

Rodeado de la colección de arte pop, con obras de Lichtenstein, Lindner o Wesselmann, entre otros, se presenta la instalación Vasijas de color (2006), de Ai Weiwei (Pekín, China, 1957); diez piezas neolíticas a las que el artista aplicó pintura industrial de distintos colores, cubriendo parcialmente el ocre milenario de estas cerámicas. La obra puede entenderse como una velada referencia a la Revolución Cultural china, en la que se destruyeron antigüedades de forma generalizada con el fin de crear una nueva sociedad, así como una crítica a la posterior banalización y fetichización de este tipo de objetos por la cultura de consumo occidental. Le acompañan en la sala otras dos obras de la Colección TBA21: I Dream of Sleep, de Tracey Emin (Croydon, 1963), de la serie de piezas de neón que la artista inició en 1996, y Sin título (REAL/EGAL), de Heimo Zobernig (Mauthen, Austria, 1958), cuya obra bebe de las corrientes pictóricas del siglo XX como la abstracción geométrica o el minimalismo.