Como una especie de sandwich luxury se reúne esa mixtura para dar vida a un poyecto ineludible a un mejore goce de Río de Janeiro.

La gastronomía de Río de Janeiro se está convirtiendo en vanguardia. Las ideas ricas en la reconstrucción de las raíces, junto a la facilidad con que los chefs se lanzan a proyectos impensables, ganadores de premios, distinciones y estrellas, pone a ciudad carioca entre las más tentadoras de la región.

Fasano, que tiene la innovación y el buen gusto en su ADN, se lanza a la playa. Quiere integrarse cada vez más a su paisaje. El mismo que deslumbra desde sus ventanales y sus balcones, o desde su piscina infinita… ahora cruza la calle y, allí mismo, sobre la arena, propone una degustación de bocados deinspiración española con melodía de mar.

El Marea es el primer kiosko hotelero que combina la alta gastronomía con el estilo de vida de Río. “El kiosco es una experiencia extremadamente carioca y una extensión del Hotel Fasano -dice Rogério Fasano, socio del grupo-. El ambiente mantiene la excelencia que creamos con una versión despojada, con los pies en arena, para compartir y beber bebidas frente al mar, y el servicio de valet del hotel.

Espíritu cosmopolita, alma carioca

Rogério Fasano, un experto en el buen vivir que aplica a sus proyectos gastronomicos y hoteleros, buscó inspiración en Barcelona para los menúes que eligió.El empresario construyó fama y fortuna sirviendo pasta y risottos. Ahora ha decidido desempolvar. Su nueva propuesta tiene una gran escalinata con pequeñas mesas perfectas para ver el atardecer tomando una cerveza. “Quiero que sea un chiringuito con comida muy sencilla: tapas para compartir, cosas fáciles de preparar”, dice. Se puede optar por el clásico pan con tomate, por ejemplo, arroz con pulpo y piezas de mar para pellizcar.

Sin embargo, playero como es, el quiosco diseñado por Miguel Pinto Guimarães, tendrá ciertas comodidades que se esperan de un negocio que lleva la marca Fasano. Para los huéspedes del hotel, el quiosco servirá como un club de playa, ofreciendo toallas y sillas para sentarse en la arena. Pero lo mejor de todo será la escalera punteada que conduce al mar. Después de la piscina de Fasano, éste será el segundo mejor lugar en Río para fotografiar la puesta de sol.

Una experiencia que une la tradición carioca de los kioskos, con el lujo sereno que Fasano impone a la riqueza de sus propuestas. Ver, sentir, saborear.