Hay algo de la historia que queda en la retina. Es como en el placard. Esa pieza que siempre vuelve, temporada a temporada, de la que te hacés fiel. Ese es el concepto de White.

La pandemia nos enfrentó a temores de película. A una serie de sucesos de que sólo vimos en pantalla grande y que parecían que iban a quedar allí. Sin embargo, mientras la mayoría de los agoreros de las tragedias esperaban la crisis internacional del lado de las intromisiones digitales, terminó siendo un virus lo que de pronto nos dejó inmóviles.

Cada cual actúo bajo su criterio. Algunos no pudieron reaccionar por un tiempo, hubo quienes creyeron con ingenuidad que serían verdaderamente sólo un par de semanas, otros actuaron con inquietud y se presentaron aquellos que consideraron buen momento este para crear, para hacer salir de este tiempo que parece un páramos, muchas buenas ideas. Algunas adormecidas, otras frescas, casi como nuevas.

Así fue lo que pasó a White, una idea de un dúo que es pareja y que, además de dedicarse a lo textil hace años, se animaron a darle forma a la idea independiente, haciendo de esta época nefasta, un gran campo fértil.

Las vueltas nacionales

White es una pyme pequeña, muy familiar: una pareja, una hija de dos años y medio y el perro. Los adultos siempre vinculados a la indumentaria. Ella estudió diseño, él está inmerso en el rubro hace un quinquenio. Llevan juntos 7 años. Siempre quisieron hacer algo independientes pero no se animaban. El sueldo a fin de mes daba el marco de calma a la economía, pero aunque silenciaba a los sueños, estos quedaban siempre flotando.

Él siempre fue independiente vendía telas y productos terminados. Eso lo siguen manteniendo, fabrican ropa para otras marcas y ella trabajaba para una empresa  que cerró y luego lo hizo con un pequeño entrepreneur que también decidió parar. El encierro total de abril ponía a esa época un color oscuro en muchos aspectos.

Casi de casualidad, para satisfacer la necesidad e una amiga, crearon una red de proveedores, conociendo el rubro desde dentro y con la cautela de ir paso a paso. Con una curaduría elegante y de prendas básicas que nunca te abandonan, se encuentran plenos con los caminos trazados.

Se divirieron tareas, pero se cubren las espaldas, en el trabajo y en la vida. El más reciente lanzamiento es la line WhiteKids.

Una idea, un proyecto, un buen ojo y ganas. El resto es como con las buenas pelis: siempre se vuelven a ver.