Tener una taza de té en las manos permite que los pensamientos sean más cálidos, serenos y reconfortantes. La energía que emite vuelve para quedarse y acompañar durante todo el día o para hacer más profundo el sueño en la noche. Gold Beginning hace culto de ello.

Materia de debate es el origen del té. Al menos tres historias intentan apropiárselo.

Según cuenta la leyenda china, el té surgió de la mano del emperador Shen-Nung, quien vivió hace unos 5.000 años. Un día, el emperador se sentó bajo la sombra de un árbol para descansar y hervir agua, como era su costumbre, cuando unas hojas de ese árbol cayeron de manera casual en el agua. Shen-Nung probó el fortuito té y se sintió reconfortado, así que mandó enseguida plantar semillas de ese árbol silvestre. Y con ello nació el té, en el año 2.737 a.C.

Los japoneses tienen otra leyenda para el origen del té, con el Príncipe Bodhi-Dharma como protagonista. Según la versión nipona, el príncipe, tras tres años de peregrinaje, tuvo un sueño en el que aparecían todas las mujeres con las que había estado hasta ese momento, y no eran pocas. Avergonzado, se hizo la promesa de no volver a dormir nunca más para evitar de esta manera pasar otra vez por un sueño semejante. Pero como es lógico, pasado un tiempo el sueño y el cansancio se abatieron sobre él sin que pudiese hacer nada para evitarlo, hasta que encontró un arbusto en el camino del que mascó una hojas.

Otra de las leyendas tiene a la India como país de origen del té y además coincide con el protagonista. Según cuentan los indios, el Príncipe Bodhi-Dharma partió un día de peregrinaje hacia el norte del país para predicar y enseñar el budismo a todo el mundo durante su viaje. Pero tras cinco años de viajes y enseñanzas Bodhi-Dharma se encontraba cansado y enfermo. Té: origen e historia de la bebida más popular del mundo

Fue entonces, siguiendo las indicaciones de unos sabios, cuando recogió las hojas de un árbol que era especial y se preparó una infusión con ellas. Este remedio le sanó y le reconfortó y pudo continuar con su viaje.

Hacer historia con las hebras

A través del té en Gold Beginning crean su propio universo. Cada taza es un nexo que conecta personas con sensaciones, momentos, rituales y lugares.

Desde San Carlos de Bariloche, y con la fuerza de la Patagonia Argentina, zona de misterios, leyendas, folklore y clima ideal para el crecimiento en forma silvestre o por cultivo artesanal de frutos finos como la rosa mosqueta, la frambuesa, la guinda, la cereza, la frutilla, el calafate, el sauco, el casssis, el arándano, etc.; e hierbas aromáticas como el cedrón, la menta, la salvia, el té verde o el  rojo, entre otras, unieron conocimientos ancestrales e ingeniería en alimentos y dieron origen a las exquisitas infusiones frutales.

Gold Beginning cuenta con la tecnología adecuada para realizar el deshidratado de los frutos y las hierbas de su tierra nativa, preservando al máximo sus propiedades medicinales, valores aromáticos, nutritivos y de sabor. Estos insumos son molidos y mezclados en proporciones exactas y exclusivas, para lograr las distintas combinaciones.

La esmerada selección y recolección de frutos, el riguroso proceso de elaboración y control de calidad en el deshidratado, molido, preparado de batches y fraccionado, el estudio de los principios activos de cada componente y beneficios para nuestro organismo; aseguran que cada saquito Gold Beginning tenga particularidades únicas.

El entorno paradisíaco y natural del sur argentino, la magia de la Patagonia y la mezcla de costumbres y tradiciones resultantes de las inmigraciones y la unión con los pueblos originarios, dan como resultado conocimientos gastronómicos, naturalmente saludables y el encanto particular de productos elaborados en la zona.

Partiendo de ellos y recurriendo a las más tradicionales y arraigadas recetas de infusiones en base a mezclas de hierbas y frutos, se han ido formulando los sabores Gold Beginning. Ellos encierran más que un rico y agradable sabor, llevan consigo una pizca mística de la Patagonia que invade con su aroma, agrada al paladar y regocija elespíritu con cada sorbo.

El deseo es encontrar y generar momentos. Experiencias sensoriales. Ceremonias. Rituales. El placer de disfrutar el instante presente. Saborear el té, saboreando el momento.

El té brinda una ceremonia que fusiona sus tiempos y pasos con los de uno mismo. Hacer un té es siempre una protocolo, con un derrotero especifico.   Un ritual simple que alimenta el alma. Un regalo para el espíritu.