El sueño con forma de hamburguesa (eso de dice el título) lo encontrás de la mano de Christophe Arrighi, quien dio forma a Paris Burguer. Te deja con pocas palabras, pero yo voy a poner muchas…

La moda trae desgaste. Cuando de pronto aparece la idea de la pizza gourmet y se llena de pequeños locales que improvisan formas, tamaños, toppings, masas, nombres y hasta saboes incongruentes, suele pasar que rápidamente caen los que sólo se subieron a la ola sin saber surfearla y quedan, por lo común, los que hicieron algo serio. Sin embargo, también puede pasar que en medio de la vorágine de esa pasarella de productos, uno que vale la pena, sea ensombrecido por el barullo del resto.

Estamos en este tiempo, uno que parece encendido por la cuarentena, en una ola de hamburguesas. Arrancó hace un tiempo, empezaron a nacer las propuestas opuestas al fast food con el fin de proponerte algo que seriamente pueda llamar el nombre de aquello que las cadenas convirtieron en un botón de carne que sabe a corrugado (con suerte).

He probado muchas. Algunas han dejado el sabor de más ganas de hacer las cosas bien que otras. De pronto, una llamó la atención. París Burguer. Qué de la torre Eiffell, Champs Elysee o el Louvre podía tener un invento que parece estar en las antípodas de lo gourmand? Error, querido lector. Había mucho más que una idea. Bajo el envoltorio azabache había un concepto.

Mon dieu

Christophe Arrighi, un insaciable investigador del gusto, es el chef detrás de Paris Burguer. Se define omo un elaborador de distintos sabores para ofrecer una cocina instantánea, deliciosa y atrevida, siempre sorprendiendo las expectativas gustativas de sus comensales.

Cuando indica que ofrece una sabrosa amalgama de aromas y texturas creando una cocina atipica, naturalmente espontánea y revolucionaria, no exagera. Su restaurante de hamburguesas gourmet le ha puesto una solidez personal que deja nombre y apellido a la pieza que se prueba.

Idearon exclusivas salsas, quesos y 200gr de carne fresca para balancear una ]combinación de autenticidad, creatividad y placer en el paladar.

Paris Burger dedica su mayor esfuerzo a la originalidad de sus sabores mezclando arte, creatividad y cocina para crear gustos únicos en Buenos Aires. Lo declara, y lo logra.

Utilizan una variedad de ]quesos elaborados por nuestros pequeños productores de la región de Suipacha, en Argentina, con un expertise cercano al de la tradición francesa.

Sus salsas fueron una filigrana de ideas para acompañar en una explosión gustativa en viaje directo hacia el corazón de lo sabores de la gastronomía francesa.

El pan casero de masa madre con copos de avena dorados -que asusta cuando lo ves negro y te deleita cuando le hincás el diente- busca una textura suave y crujiente que se combina perfectamente con los sabores de la carne, las salsas y los quesos.

La Burger Montaigne suma 180G  de carne wagyu, queso Ligne Noire, salsa Daniels, champignon bosque  y panceta ahumada. La Quartier Latin tiene 180G de carne de búfalo, queso brie, salsa Masala,  panceta ahumada y BBQ Cognac. La Burguer des Tuileries con 180G de carne de pastura, queso camembert, salsa Canut, pimienta, iceberg y panceta. ahumada. Allí fueron apenas tres de las inspiraciones de un menú juguetón, ágil y muy variado. Se logra con precisión el viaje gourmet por las tendencias francesas y, por sobre todo, se dignifica el concepto, creando un producto con identidad. Uno de esos sueños que se disipan rápido cuando se propone un negocio nuevo, pero que en París Burguer se logra con creces. Que se venga otra hamburguesa…