El afán emprendedor corre por las venas nacionales con ADN más potente que el de origen. Pero hacer no es la cuestión, se trata de qué y para qué. Confettis ideas le pone mucho de craneo y sentimiento a un emprendimiento que te da ganas de abrazar.

Como amante de las palabras, lo primero que se me ocurre es buscar el origen de las que no sé y de las que sé también. Confetti es el papelillo, pica-pica, mixtura, ​chaya o papel picado, un elemento festivo consistente en pequeñas piezas de papel de colores, brillantes o mates, que se lanzan al aire quedando durante un tiempo suspendidas para dar un tono festivo a la celebración.
Una linda metáfora para la idea de ir más allá de lo que se regala, donde el objeto tenga atractivo al ser visto, pero se transforme en una joya preciada con la intervención del receptor. Allí hay amor en lo que llega y pasión en quien recibe.
Souvenir, presente personal, set de día especial, sorpresa inesperada… todo vale para hacer de un papel toda una fiesta.

Plantar la idea

Naty es las manos y cara de Confetis. Es técnica en producción de indumentaria. Poco tiene que ver con los papeles y los festejos. Desde chica le gusta mucho decorar los festejos. La costumbre siempre el día antes de carnear para decorar la casa. Su mundo son las librerías: “amo estar dentro -cuenta-, puedo pasar horas”. Desde que nació su hijo todo es motivo de festejo. Él ahora tiene 10 años. Siempre cocinan casero y lo decoran. Su casa es una víspera de festejo.
En 2015 se animó a emprender y a dedicarse a Confetti a pleno. Desde entonces la idea crece un poquito más gracias a “la comunidad de las redes sociales que -explica- realmente es increíble”.
Su metié es preparar la ecoración para celebración, cualquiera sea. Desde un baby shower y cumpleaños, a bautismos y comuniones. Los kits tienen temáticas variadas, aunque no hace personajes comerciales. Hace todo su trabajo con papel, “me gustan mucho los materiales nobles -me cuenta., los descartables también son de papel, de cartón, cubiertos de madera”. Su box es es la clave para facilitar a la familia el festejo en la casa. La clave es abrir esa caja y poder decorar todo, tener lo necesario para decorar el festejo.
La esencia de Confetti es esa: volver a festejar en casa, en un lugar acogedor, con amigos y con la familia. Con ello se animó a sellar una marca de orillo en sus productos: remitir a momentos felices, infantiles, a una experiencia saludable con los íntimos. Pero, además, logró crear algo más que la sorpresa. Hizo una materia prima que llena de sustancia se despliega en manos del destinatario creando un impacto superador a lo recibido. Un ir más allá que involucra sentido poniendo una razón en cada intención.