La ausencia, la distancia, la carencia, la soledad… algunas de las sensaciones frente a los vínculos. Desconectados es un juego de diseño nacional para reencontrarnos en una experiencia para tener conversaciones reales.

El aislamiento social puso en evidencia que, hoy -más que nunca-, faltan espacios para generar conversaciones reales y profundas con nuestra familia, amigos o pareja.
“Esta observación nos impulsó a crear el juego Desconectados- explican las amigas y socias Josefina Cinalli y Belén Fera-. Nuestro
primer lanzamiento intenta ser una manera de desconectar de la virtualidad para
volver a conectar con el presente”.
El proyecto incluye 200 cartas con diferentes preguntas que buscan catalizar el debate, promover las reflexiones colectivas y compartir sentimientos y emociones entre los jugadores. Cuenta con cuatro categorías con diferentes tipos de preguntas y
una carta de finalización: perspectivas (para fomentar el debate), descomprimir. (para reírnos y ser creativos), presentación (para compartir quiénes somos), profundizar (para conocernos mejor y reflexionar) y finalización (para darle un cierre al encuentro).
No hay una manera correcta o incorrecta de usar las cartas, ni tampoco hay ganadores o perdedores. Sin embargo, en el interior del juego, se comparte una posible estructura para romper el hielo y animarse a conectar con otros. Una propuesta testeada por psicólogos y especialistas en juegos.
La idea es compartir para conectar y encontrarnos. Recuperar la sobremesa tan amada por los argentinos. La charla del vermut, el discutir (no pelear) de todos los temas, esuchándonos, interesándonos, comprometiéndonos. Mientras el encuentro se distancia, que se acerque el vínculo. Es una buena idea, ¿no?