Hasta el 22 de agosto de 2022 El Centro Pompidou presenta una exposición excepcional de Pedro Costa, Rui Chafes, Paulo Nozolino, «El resto es sombra», reuniendo a estos tres artistas portugueses por primera vez en una institución francesa.

La exposición se presenta como un diálogo entre el cine, la escultura y la fotografía. Diseñado como una presentación inmersiva, se organiza en torno a imágenes de As filhas do Fogo [Las hijas del fuego] (2019) de Pedro Costa, As Tuas Mãos [Tus manos] (1985-2015), una serie de esculturas de Rui Chafes, y la doble proyección de Minino Macho, Minino Fêmea (2005) de Pedro Costa y el tríptico Sin título, 2008-2010-2002 de Paulo Nozolino. Invitado a pasear por un espacio laberíntico sumido en la oscuridad, el público obtiene una visión única de una obra colectiva compleja concebida en la intersección del cuestionamiento artístico de estos tres artistas que a lo largo de los años han entablado una fructífera colaboración. Se confunden gestos artísticos y escenográficos para cuestionar el estado del mundo en su actualidad más inmediata y en su profundidad histórica.

La exposición toma prestado su título de una línea de Fernando Pessoa, un gran poeta de la modernidad portuguesa. Pedro Costa, Rui Chafes y Paulo Nozolino encarnan una generación de artistas portugueses cuyas obras, desarrolladas en el contexto del retorno a la democracia tras la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974, llevan la marca de las sombras de la historia contemporánea portuguesa y europea.
Sus tres cuerpos de trabajo distintos, cada uno movilizando un medio específico (escultura, fotografía, película) se responden e interpretan recíprocamente. La película de Pedro Costa, Dulce exorcista (2012), activa los efectos de duración y animación en el espacio y lo abre a la dimensión del sonido; Las fotografías en blanco y negro de Paulo Nozolino contraponen los efectos de planicidad y resistencia a la profundidad a la escultura y el cine; Las esculturas de metal negro pintado de Rui Chafes, como Corpo final [Cuerpo final] (2022), Véu [Velo] (2016) y Sem voz [Sin voz] (2022), se convierten en objetos inmateriales, mientras que las películas adquieren una materialidad textural que suele ser específico de la escultura.
La sombra, en su relación con el cuerpo o el rostro, envuelve las obras de los tres artistas hasta tal punto que se confunde con el espacio mismo donde confluyen. La exposición se convierte entonces en una experiencia única de vacilación entre la aparición y la desaparición, sustituyendo los efectos de presencia por los de representación. En la escultura de Rui Chafes, la forma ideal se disloca mientras se pierde toda referencia al canon anatómico. La fotografía de Paulo Nozolino utiliza grabados argentinos sombríos y muy contrastados para establecer una dramaturgia basada en el claroscuro, en contraposición a la claridad descriptiva. Con su presentación en forma de instalaciones, las películas de Pedro Costa se dedican a una picturización del campo en la estasis de figuras hieráticas que se destacan sobre un fondo de oscuridad.